La
enseñanza se ve como un apostolado
debido a que ser profesor de escuela es un oficio mal pagado (y a menudo
ejercido en condiciones impensables), cuando su remuneración debería ser mejor.
Los maestros de la CNTE no se oponen a la evaluación, se oponen a que a la
primera los quieran correr sin respetarles su antigüedad y aunque les falte así
sea un mes para jubilarse, no solo quieren minimizar sus prestaciones. Antes en
el sexenio pasado se les había aumentado la edad para jubilarse. La evaluación
no es el problema; la dizque reforma educativa es realmente una reforma
laboral.
Los
medios de comunicación, manipulados por el Estado, solo presentan una faceta de
los eventos para que la masa, desde la comodidad del sofá, “evalúe” a los
maestros de manera no presencial, ¿alguien se ha acercado a preguntarles su
perspectiva, su versión de lo sucedido, su pliego petitorio? ¿Ya “evaluaste” al
Estado, que para empezar te reparte libros de texto con errores? ¿Ya te
evaluaste a ti mismo, educas junto con los maestros o crees que también son
niñeras? La educación comienza en casa. Estos maestros bien que mal hacen que
los alumnos aprendan la lección a pesar de un temario que deben cubrir en un
plazo, ¿puedes hacer otro tanto? Retomando: los maestros no se oponen a la evaluación
y a que los capaciten si se requiere. Los maestros enseñan Historia y hacen
historia; saben que el Estado cuenta con que la masa es agachona y conformista, y para que el pueblo no piense y
se una, ordena que se incrementen las transmisiones de eventos deportivos y de
taranovelas y realities. Esos miles de maestros que usted ve bloqueando las
calles del Distrito Federal (o de Oaxaca, Veracruz, Michoacán, etc.) tienen el
coraje que millones de trabajadores de otras industrias no han tenido en los últimos
años. Todos queremos un mejor país donde se respeten nuestros derechos pero
nadie quiere pagar el precio, y cuando alguien se atreve a defenderlos a costa
de nuestra comodidad muchas veces mediocre, se alza un clima de linchamiento
hacia los "revoltosos atrevidos"; nuestra historia está llena de
revoltosos que han forjado los derechos que hoy gozamos.
“Todos
tenemos derecho a manifestarnos, el problema es la forma”... ¿y cuál sería la
forma? ¿Después de gritar qué te queda: las armas, o sigo tratando amablemente
que me den una cita para exponer mi postura a quienes se “pasaron por las
armas” los intereses de los maestros y de la Nación?
Dejo unas fotos que tomé desde el "búnker" de la CNTE en la Plaza de la República...
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