jueves, 28 de abril de 2011

HABEMUS BEATUS...

Parece que la "eminencia gris" tras Juan Pablo II, el actual papa Benedicto XVI, quiso mostrar que es agradecido y, al grito de "beato súbito", quiere elevar a aquél a los altares para que se le rinda culto. Entre otros méritos, Juan Pablo II presionó a los teólogs de la liberación, bloqueó a las comunidades de base, elevó a los altares a más santos y beatos que ningún papa anterior, sobre bases endebles; criticó muy duramente y en público al sacerdote Ernesto Cardenal por su participación en el ministerio de cultura del gobierno nicaraguense, mientras le daba la comunión a dictadores de la talla de Pinochet, Videla, Castro, etc.; a través de Ratzinger y el nuevo santo oficio sancionó y castigó a centenares de teólogos, algunos de tanto relieve y fama internacional como Leonardo Boff , Gustavo Gutiérrez o Hans Küng... y lo mejor, encubrió  a pederastas como Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo... y ni cómo alegar que no lo sabía o que no lo enteraron, si la iglesia (católica) es el papa, en la punta de la pirámide, donde tiene dominado y sometido lo que haya debajo. Los casos de Maciel y otros habían sido denunciados sistemáticamente desde hacía muchos años.Hay tantos casos que resulta impensable que Juan Pablo II no haya sido notificado. ¿No se enteró de los 413 niños que fueron maltratados física y sexualmente en 26 escuelas y reformatorios católicos en Irlanda? (Pueden leer el reporte en www.childabusecommission.com). ¿Tampoco se enteró que el sacerdote norteamericano, Lawrence Murphy, había sido acusado de molestar sexualmente a unos 200 niños sordos? La investigación completa fue publicada por The New York Times. (Para verla http://nyti.ms/cz2uJ6) A pesar de eso, Murphy fue transferido de diócesis y murió muy lejos de una prisión. La Diócesis de Los Angeles ha pagado al menos 660 millones de dólares para cerrar 508 casos de abuso sexual de sus sacerdotes. ¿Nunca supo nada de esto Juan Pablo II?

Aaah, las ventajas de ser cura... en lo que se prepara el proceso canónico y luego el civil, el sacerdote degenerado ya se fugó (como el tal Nicolás Aguilar que apenas lo suspendieron y el Cardenal Norberto sabía de sus desviaciones desde muchísimo antes, ahi estan las cartas que le envió al Cardenal Mahony).

En cuanto al mentado milagro, la curación inexplicable del mal de Parkinson que tuvo una joven monja francesa, parecía el caso perfecto para el milagro en el proceso agilizado por el Vaticano para la beatificación de Juan Pablo II. La monja, supuestamente con la misma enfermedad que sufrió Juan Pablo II durante años, había orado por la sanación del ahora candidato a santo y dos meses después de la muerte del Papa se levantó una mañana completa e inexplicablemente curada.
Desde el principio, no obstante, el Vaticano pareció tener problemas para certificar como milagro la misteriosa curación de Marie Simon-Pierre. De acuerdo con las propias reglas vaticanas, una curación inexplicable en términos médicos debe ser instantánea, completa y duradera. Aunque la curación de la monja fue según los indicios instantánea y completa, algunos escépticos dirían que el mundo tendría que esperar toda la vida de la religiosa para determinar si la curación fue duradera.
Nuevas dudas surgieron en semanas recientes después de que un periódico polaco dijo que las preguntas comenzarían sobre si Simon-Pierre tuvo en realidad el mal de Parkinson. El diario Rzeczpospolita, uno de los más respetados y leídos en Polonia, insinuó que Simon-Pierre pudo haber sufrido otro mal neurológico que tiene síntomas similares con el mal de Parkinson pero que es curable. Sin citar fuentes, dijo que el Vaticano había convocado a nuevos especialistas para que examinaran el caso. El postulador de la causa de Juan Pablo II, monseñor Slawomir Oder, declinó pronunciarse sobre la versión periodística con el argumento de la norma vaticana de secrecía en el manejo del caso...

Si no hubiera sido por Karol Wojtyla, Joseph Ratzinger hubiera terminado desde hace mucho al frente de la arquidiócesis de Munich y tal vez hoy sería un arzobispo emérito: "es de bien nacidos ser agradecido".

miércoles, 13 de abril de 2011

LA FRASE II

"No veo a ningún Dios aquí arriba."
-Yuri Gagarin, hablando desde la órbita terrestre, 1961.

"Yo dije que él dijo"
-Nikita Kruschev, el de los zapatazos en la ONU.

"Tampoco lo veo acá abajo"
-Emmanuel Cuéllar, hace rato.

"Pobladores del mundo, salvaguardemos esta belleza, no la destruyamos"
-Yuri Gagarin (ahora sí) hablando desde la órbita terrestre. Hace 50 años.

¿México, Estado fallido?

El Estado mexicano no es garantía del derecho ni de seguridad pública, mucho menos de salvaguarda de la integridad física. Lo demuestran el número de asesinados diarios, los índices de criminalidad, el incremento de las extorsiones a los negocios, los secuestros, etcétera.
El Estado reclama como condición necesaria para su existencia “el monopolio legítimo de la violencia sobre su territorio y sus habitantes”, ello significa que el grupo en el poder (la autoridad) debe ser capaz de retener el control y salvaguardar el territorio, tanto de amenazas internas como externas.(Economía y sociedad, Max Weber)
El Estado mexicano de hoy no sólo ha perdido el monopolio de la violencia legítima, sino que la violencia ilegítima ya controla territorios, avanza en el control social de la población, de la economía formal e informal, de circuitos financieros e, incluso, reclama para sí un papel de autoridad fiscal mediante el cobro de impuestos a través de la extorsión abierta a los empresarios y vendedores ambulantes.
Frente a ello, las autoridades del Estado se muestran impotentes, desorganizadas, ineficientes o penetradas por la corrupción y en franco contubernio por acción u omisión con los delincuentes. Hacer una cronología de los hechos más brutales y sin resolver sería largo, pero desgraciadamente fácil.
El Estado mexicano se encuentra, además, presa de círculos viciosos que le impiden jugar un papel como promotor del desarrollo económico y de la ampliación dinámica de sus competencias. Hemos acumulado décadas de malos gobiernos en las que simulamos que no pasa lo que pasa. La única manera de superar la situación en enfrentarla con acciones políticas y no con meros recursos retóricos de políticos ignorantes y patrioteros.