miércoles, 14 de marzo de 2012

Cuando los enfermos nos gobiernan 2

Los grupos Ponerogénicos

Son aquellos con un número estadísticamente alto de individuos patológicos, hasta el punto en que el grupo como un todo, practica una conducta egotista y patológica. Estas personas actúan como líderes y hechizadores ideológicos, y mientras que la gente normal pudiera actuar como miembros, ellos han típicamente acumulado varias deficiencias psicológicas. Aquellos que no son susceptibles a tales influencias son excluidos del grupo. Estos grupos pueden, ya sea infiltrarse en gobiernos existentes, o ejercer su influencia desde “detrás del telón”.
Las asociaciones ponerogénicas primarias son aquellas que fueron originalmente formadas y diseñadas para el beneficio de sus miembros fundadores, usando medios ilícitos (malignos), por ejemplo las pandillas criminales.

Las asociaciones ponerogénicas secundarias son grupos fundados con un ideal social independiente y atractivo, pero que más tarde sucumbe a una degeneración moral por ejemplo el partido nacionalsocialista.
El primer paso en la ponerización de un grupo a menudo parece como una distorsión moral de la ideología original del grupo. La existencia de conceptos simplistas (es decir, si moral o legal) bloquea cualquier habilidad para pensamiento crítico con relación a la existencia de psicópatas o su posible influencia en el envoltorio principal de la ideología del grupo. Por ejemplos frases como “si no estás con nosotros estás contra nosotros”, “en toda guerra hay siempre bajas (daños) colaterales”, y otras similares.

La debilidad resultante de las habilidades del razonamiento apropiado y el pensamiento crítico, deja una abertura para la actividad de los psicópatas y caracteópatas. Su influencia, entonces, da lugar a más declinación en el funcionamiento moral e intelectual. Lo absurdo de tal dinámica puede ser visto en el hecho que a personas como Elba Esther Gordillo, Emilio Gamboa  o Romero Deschamps les sea permitido dirigir organizaciones sindicales o partidistas. Aun cuando se conoce que tienen “cola que les pisen”, los medios de comunicación a su servicio y sus partisanos estudiosamente racionalizarán su comportamiento grosero y psicopático.
Cuando tales individuos son tratados como normales, más individuos perceptivos dejarán el grupo. Mientras más gente sana deje el grupo, adquiriendo más posiciones contrarrevolucionarias, se les unen más individuos con anomalías psicológicas, quitándose las máscaras de cordura aun más a menudo: los pacientes se van tomando el asilo.

Así, dentro del partido acción nacional (PAN), considerado popularmente como una organización confesional, empresarial y pro imperialista, se dan los casos como el affaire de Aura de “monseñor” Abascal, el regalito del “Góber piadoso” Emilio González para el santuario de los mártires, el caminar por la ruta del apóstol Santiago de Manuel Espino cuando presidente del partido, y la última el discurso del presidente Felipe Calderón en un encuentro de las familias de clara inclinación católica.
Y sin embargo, entre sus cuadros se encuentran un “Pancho Cachondo” y otros muchos alcaldes y gobernadores, como el exgobernador de Morelos Estrada Cajigal y su “helicóptero del amor” que terminan envueltos en escándalos por su doble moral, debido al proceso de reclutamiento de cuadros que puso en marcha en clubes de servicio, tipo Leones, Rotarios o Boy Scouts, y en grupos de laicos católicos, en universidades privadas. Esto produce un perfil de militantes y un perfil de líderes confiables para ellos, que llegando al poder responden a pautas que no son las pautas comunes en la comunidad y por eso se dan estas situaciones.

Con el tiempo, cuando el grupo se vuelve más ponerizado, los carismáticos que originalmente lideraban tal grupo son relegados a la tarea de re-empaquetar la ideología para propósitos de propaganda. Los papeles de liderazgo se saturan con más individuos psicopáticos, mientas que el grupo “normal” adquiere más individuos caracteopáticos. Un ejemplo de esto es el partido de la revolución democrática (PRD), donde Cuauhtémoc Cárdenas no pasa de ser figura fundadora y “líder moral”, simplemente para convalidar el liderazgo de López Obrador, quien justifica el fin por todos los medios, incluso aceptando a personajes que en otros tiempos jamás hubieran ingresado al partido, por ejemplo Manuel Bartlett.

Hacia La Patocracia

Patocracia (del griego pathos: enfermedad, y kratos: gobierno) es el gobierno de las personas enfermas. A menos que conozcamos cómo se mueven y qué motiva a estos enfermos, nos hallaremos bajo su gobierno en un momento dado.


El principal obstáculo está en la mentalidad “del rebaño” o “borrega”, esto es la conciencia ciudadana adormecida por la disonancia cognoscitiva de los hechos y los discursos políticos de siempre, lo que la deja suficientemente pasmada como para hacer algo; esto aunado a la falta de un espíritu crítico que analice, reflexione y se comprometa. En esa actitud del “rebaño” es donde a los “borregos” les parece “normal” que los políticos digan unas cosas y después hagan otras diametralmente opuestas. "Cada pueblo tiene los gobernantes que se merece" es una frase un tanto simplista, pero en el fondo no deja de encerrar una verdad.
Fuente: Andrew M. Lobaczewski. Political Ponerology: A Science on The Nature of Evil adjusted for Political Purposes.

martes, 13 de marzo de 2012

CUANDO LOS ENFERMOS NOS GOBIERNAN 1

La causa más importante del mal está en la interacción de dos factores humanos:

1) Ignorancia humana normal y debilidad.
2) La existencia y la acción de un pequeño, pero extremadamente activo grupo estadístico (4-8% de la población general) de individuos psicológicamente desviados.
La Ponerología Política (poneros: el mal) es un estudio de los fundadores y partidarios de regímenes políticos opresivos. El acercamiento de Lobaczewski analiza los factores comunes que conllevaron a la propagación de la inhumanidad del hombre al hombre. La moralidad y el humanismo no pueden resistir por mucho tiempo las depredaciones de este mal.

La Ponerología describe el génesis, existencia y extensión de la enfermedad macrosocial llamada maldad. La forma más extrema de tal mal macrosocial es llamado “patocracia” (del griego pathos: enfermedad, y kratos: gobierno), el gobierno de las personas enfermas. El conocimiento de su naturaleza – y su efecto insidioso sobre ambos individuos y grupos – es solamente el antídoto.


Características del paranoico:
Es característico del comportamiento paranoico el que las personas sean capaces de razonamiento relativamente correcto y discusión mientras la discusión involucre diferencias menores de opinión. Esto se detiene abruptamente cuando las discusiones de parejas comienzan a minar sus ideas supervaloradas, o estrellan sus largamente sostenidos estereotipos de razonamiento, forzándolos a aceptar una conclusión que previamente hayan rechazado subconscientemente. Tales estímulos liberan sobre la pareja un torrente de elocuciones pseudológicas, grandemente para-moralísticas, y a menudo insultantes, que siempre contienen algún grado de sugestión.

Hechizante: Mientras que la gente culta y lógica tiene a evitar a los individuos paranoicos por su lenguaje vulgar y violento, los paranoicos tienen una notable capacidad para esclavizar mentes menos críticas. Entre los susceptibles a esto son los jóvenes, las personas psicológicamente deficientes y aquellos que han sido victimizadas por egotistas patológicos.
Rigidez de Creencias: individuos paranoicos son similares a los psicópatas en que son incapaces de sentir dudas de sí mismos, o cuestionar seriamente sus creencias.

Causa Fisiológica: Lobaczewski rastrea la causa de esta patología de carácter a daños en el tejido cerebral, usualmente en la región diencefálica del cerebro. Su vista paranoica de la realidad puede variar de relativamente ingenuo a violentamente revolucionario, como fue el caso con el revolucionario ruso Vladimir Lenin.
Causa Funcional/Conductual: Aquellos sin daño en el tejido cerebral a menudo desarrollan características paranoicas como resultado de inducción psicológica por algún paranoico con patología de carácter.

Características del esquizoide:
Son hipersensitivos y desconfiados, mientras que al mismo tiempo le ponen poca atención a los sentimientos de otros. Ellos tienden a asumir posiciones extremas y están ansiosos por tomar represalias por ofensas menores o sin importancia. A veces son excéntricos y extraños. Su reducido punto de vista del mundo los hace típicamente pesimistas respecto a la naturaleza humana.

Irrealidad Emocional: Las principales características de la esquizoidia (o desorden de personalidad esquizoide) son emociones entumecidas y carencia de sensación para las realidades psicológicas, y es probablemente heredada autosomaticamente. Su carencia de emoción les permite desarrollar su razonamiento especulativo, el cual es útil para las disciplinas no-humanísticas (es decir teoría política y económica).

Estados Psicóticos: Bajo experiencias de tensión extrema, los esquizoides colapsan a un estado muy parecido a la esquizofrenia

Declaración Esquizoide: Esquizoides a menudo traicionan su característica opinión de la naturaleza humana en sus afirmaciones y escrituras. Tales declaraciones tan abiertamente esquizoides son evidentes en los trabajos de Marx y Engels, Hobbes y varios líderes intelectuales neoconservadores. Irónicamente, las personas normales, bajo la influencia de esquizoides y su distorsionada opinión de la realidad, tenderán satisfacer tal opinión de la naturaleza humana.

En relaciones: Los esquizoides a menudo causan muchos problemas en su familia y son a menudo malos madres. Son fácilmente manipulados para beneficio de individuos más listos.

En Humanidad: Si se publican las visiones esquizoides y se distribuyen ampliamente (como los escritos de Marx o de Leo Strauss), ellos pueden jugar un gran papel en el origen del mal en una escala masiva. Cuando la gente normal lee el trabajo de un esquizoide, a menudo no están conscientes de la verdadera naturaleza del autor que están leyendo.
Características del psicópata:

Los psicópatas son predadores sociales que encantan, manipulan y despiadadamente se rascan su camino a través de la vida, dejando un amplio rastro de corazones rotos, expectativas destruidas y bolsillos vacíos. Totalmente careciendo de consciencia y sentimientos para otros, egoístamente toman lo que desean y hacen lo que quieren, violando las normas sociales y expectativas sin el menor sentido de culpa o arrepentimiento.
Locuacidad: El rasgo más notable de la psicopatía esencial es un torrente de locuacidad, fácilmente mezclando verdades y ficción. Sin sentir culpa alguna, ellos sin ningún esfuerzo desvían la atención de previas mentiras con más mentiras. Ellos pueden hablar durante horas en un extremo y aparecer extremadamente informados en cuanto a cualquier número de temas. Sin embargo, tienden a ignorar lo que es considerado como temas importantes, y evitarán hablar de valores abstractos y sensaciones desconocidas para ellos. Si uno llega a hablar de tales cosas, surgen anomalías.

Ningún sentido de culpa: La vida de la gente normal que ellos lastiman es incomprensible para ellos. La conciencia, para un psicópata, es meramente “conocimiento intelectual de las reglas que otras gentes componen”, y nada más. Para los psicópatas esenciales, la vida es la búsqueda de atracciones inmediatas, momentos de placer y sensaciones temporales de poder. A menudo actúan en un capricho y alcanzan sus metas a expensas de otros, con completa indiferencia para sus víctimas.
Inhabilidad de amar: Los psicópatas esenciales ven el ‘amor’ de una pareja como un cuento de hadas del ‘otro’ mundo de humanos normales. Al igual los conceptos religiosos o morales como ‘amar al prójimo’ son vistos como ingenuidades infantiles. Para ellos el amor es meramente un fenómeno efímero dirigido a una aventura sexual. Mientras puedan profesar convincentemente de las maneras más románticas y significativas, estas exhibiciones son pronto remplazadas con egoísmo, arrogancia y hedonismo.

Baja Inteligencia: Los psicópatas están levemente debajo del promedio en inteligencia, sin casos de inteligencia o creatividad más alta. El éxito académico o de negocios es a menudo el resultado de fraude, coerción o del uso del trabajo de otros.
Comportamiento autodestructivo: Los psicópatas tienen una inhabilidad para aprender de la experiencia y carecen de habilidades para el planeamiento realista para el futuro. El miedo o amenaza de castigo no significa nada para un psicópata.

Fragmentos de Pensamiento: Los psicópatas frecuentemente cambian tópicos, van en tangentes y rechazan dar respuestas directas a preguntas. Movimientos de manos dramáticos y que distraen, “conversaciones-íntimas” y un contacto visual intensivo, todo lo cual tiende a confundir al oyente.
Conocimientos especiales: Los psicópatas esenciales poseen la habilidad de reconocerse mutuamente en una multitud. Son conscientes de ser diferentes y ven a las personas normales como ‘los otros’.

Él puede cambiar!”: Los psicópatas no pueden cambiar, ni quieren hacerlo.